Se acerca una época donde se entregan y reciben regalos, la magia de esta época sin duda los niños la asocian con regalos y sorpresas y esta bien que su ilusión tenga este ingrediente, sin embargo como familias que estamos criando de forma diferente no podemos basarnos en solo está intención, el adulto es responsable de otorgarle la magia a esta época, de formar recuerdos y de que los niños vivan valores y virtudes que los marcarán de por vida.
¿Por dónde empezar?
Como adulto y como padres tenemos que conversar acerca de lo que queremos trasmitir a nuestros hijos de esta época, hagan una lista como está, y comprométanse como padres a seguirla año con año con posibilidad de modificar:
• Humildad
• Magia
• Amor
• Familia
• Fé
• Ilusión
• Compartir
Es una época larga en tiempo donde si cada día se vive con intención y una actividad con relación el objetivo se conseguirá, los niños no requieren de sermones largos de la importancia de compartir, los peques requieren acciones donde el adulto le de sentido al entorno y a su vida.
Basado en lo que queremos trasmitir y en la época, podemos conversar con los niños ¿qué te gustaría compartir?, tal vez son alimentos, ropa o juguetes y eso sería la pauta para marcar una acción, no necesitan regalar juguetes a niños necesitados para dar una lección tal vez es más significativo que ellos elijan un juguete para regalar a un amigo de la escuela ya que saben que será un tesoro importante, ustedes definen el sentido pero al cuestionar al niño les aseguro que su mente se abrirá a nuevas posibilidades y si el niño se involucra en el dar el aprendizaje es mayor.
En cuestiones de ropa y comida pueden hacer una semblanza de qué les gustaría preparar y tal vez es a su misma familia a quien desean preparar un pastel, debemos tomar en cuenta que en el primer septenio para los niños su mundo son sus personas más cercanas ellos no ven maldad o tristeza en el mundo y no hay porque enseñarlas si existen formas más simples de impactarlos y vivenciar un valor, el lema para estos niños es “el mundo es bello”, mantengamos esa línea e inculquemos valores de forma creativa.
¿Y al recibir?
Cuando para ellos hay que seleccionar un juguete, lo simple siempre será mejor, un juguete que realice todo por sí solo bloquea la capacidad de creación y de imaginación, disminuye las horas de juego, es necesario pensar un poco en qué comprar, los juguetes que generen movimiento, imaginación o creación de historias interminables siempre serán los mejores. Pueden aplicar está regla:
1. Un juguete creativo
2. Un libro o material que estimule la imaginación
3. Un juguete comercial
4. Ropa o zapatos para usar
No requerimos comprar el cariño de los niños, este no se compra se genera y siempre será más impactante jugar con ellos en un parque que comprarle una muñeca que después avientan y olvidan.
Démosnos la oportunidad de vivir esta época de forma diferente, Ivonne
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