Hemos llegado a nuestra primera celebración “San Miguel” una de las festividades más comunes en las escuelas Waldorf donde los niños enfrentan sus miedos, se desafían, poco a poco aprenden como una vida en equilibrio es lo adecuado, la existencia de “seres espirituales” que nos muestran caminos de luz y acompañamiento cuando lo requerimos etc.
El niño participa en la preparación de las celebraciones de los cambios de estación y los festivales del año, con el tiempo esta participación les va dando certidumbre sobre lo que están por vivir, así con un sentido de estabilidad esta experiencia de orden y regularidad le da al niño mucha seguridad en sí mismo así como confianza en su entorno.
El Verano se ha ido se han podido disfrutar de días largos y calurosos con mucha luz del sol. El alma humana tiende a ser pasiva y soñadora, recibe los impulsos morales desde afuera, así como las plantas reciben la luz del sol y a través de ella maduraran sus frutos. La Celebración se realiza próxima al equinoccio de otoño, en donde la tierra ha dejado de cosechar, se ira a descansar, la luz exterior disminuye y los procesos de la naturaleza se relanzan.
El Arcángel San Miguel representa el esfuerzo que cada uno de nosotros lleva en el interior, representa el valor y la voluntad. Su espada en la mano derecha simboliza la verdad, es decir ser honesto con uno mismo y con los demás. Su balanza en la mano izquierda representa el equilibrio entre la compasión y la firmeza. En la fiesta se simbolizan sus cualidades como valentía, iniciativa, coraje, y constancia a través de distintas actividades a lograr durante la jornada de la celebración.
San Miguel Arcángel lleva en su mano izquierda una balanza en donde su intención es mantener el equilibrio en los seres humanos , y por medio del valor y la voluntad todos podemos ir venciendo nuestros miedos ya sean grandes o pequeños.
En las escuelas Waldorf utilizamos un verso con la intención de guiar nuestro trabajo, proteja y cuide con nuestras labores diarias hacia con los niños cuando un adulto lo lee con determinación y atención llega a lo más profundo. (no lo leemos con los niños)
“Debemos erradicar del alma todo miedo y temor que el futuro pueda traer al hombre.
Debemos adquirir serenidad en todos los sentimientos y emociones con respecto al futuro.
Debemos mirar con absoluta ecuanimidad todo cuanto pueda venir. Y debemos pensar solamente que todo cuanto venga, nos será dado por una dirección universal, llena de sabiduría.
Esto es parte de lo que tenemos que aprender en esta era, saber vivir con pura confianza, sin ninguna inseguridad en la existencia; confianza en la ayuda siempre presente del mundo espiritual.
En verdad nada tendrá valor si el coraje nos falta. Disciplinemos nuestra voluntad y busquemos el despertar interior, todas las mañanas y todas las noches”.
– Rudolf Steiner
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