Hace poco fuimos a una fiesta donde había varios niños y adultos; mi hijo conocía a unos cuantos pequeños y sentía un poco de timidez y no quería jugar del todo a solas con ellos, en la fiesta había inflables, pinta caritas, botargas y uno que otro espacio de diversión para ellos, sin embargo su cara se iluminó y soltó por completo a mamá cuando de pronto vio a una de sus compañeras de la escuela, para la niña fue de igual emoción encontrarlo y ella enseguida le dijo a su mamá "Ya tengo con quien buscar cochinillas" ambos pequeños se pusieron felices y no se soltaron durante 5 horas.
Su juego se basaba en explorar, trepar, brincar, saltar buscar, etc. se observaba entre ellos un juego sano, en donde no requerían de mucho estímulo externo para divertirse, corrían por todos lados y poco hicieron caso a los personajes de la fiesta ya que ellos tenían su propio juego mágico, tan profundo era que mi hijo termino metido en una fuente diciendo que era el pirata dentro del mar y tenía que rescatar el barco, yo solo contesté a una mamá que me puso cara de ¿what? trae cambio de ropa en 5 minutos sale de la fuente y dicho y hecho se cambió y el juego continuó una vez rescatado el barco.
Todo lo que habían contratado para los pequeños había concluido, la fiesta estaba por terminar y ellos aún seguían en su juego profundo, yo solo podía agradecer de tan bella maravilla, ya que eso es un niño Waldorf en un entorno diferente al escolar, un niño lleno de fantasía que no necesita ni juguetes para divertirse, solo su cabeza y una buena acompañante que entienda que dentro de ellos se encuentra la magia.
También he visto cuando en un mismo entorno de fiesta sin necesidad de encontrarse a ningún conocido de la escuela, mi pequeño termina jugando a explorar en una tomó una carretilla pequeña se puso a darle la vuelta a todo el lugar diciendo que iba manejando y recolectando lo que encontraba, esa fiesta también contaba con muchos estímulos y basto un poco de lodo su carretilla y su imaginación para que jugara y descubriera lo que el entorno natural de ese lugar le brindaba.
Con tan solo estas dos últimas experiencias tan cercanas que hemos tenido, puedo garantizar que mi hijo no se aburrirá así solo tenga un palo para jugar y por supuesto no me pedirá el celular o tableta porque estará más interesante explorar su entorno que embobarse con un dibujo.
Si tan solo confiáramos en que el juego es la clave principal de su desarrollo es lo que los mantiene vivos y los acerca a una nueva realidad y les muestra el mundo, simplemente soltaríamos las expectativas y veríamos que no es necesario unas fiestas con miles de distracciones para los pequeños tan solo basta un buen jardín o espacio para dejarlos libres y se ponen a jugar pero para conseguir esto diariamente debemos motivar el juego y lo demás se da por sí solo, y esto lo hacemos diariamente en Casa Ceiba.
Ivonne Bilbao
Comments