La primera vez que escuché hablar de esta pedagogía fue con colegas docentes y su definición fue clara, “el maestro Waldorf no deja de estudiar” a simple vista como simple egresada de una licenciatura puedes espantarte porque dices vengo de estudiar yo quiero ejercer no seguir estudiando, años más tarde comprendo lo que es ser un maestro Waldorf y se los comparto ya que esto es una filosofía de vida, no una profesión que desarrollar.
El maestro Waldorf tiene varias facetas no es lo mismo uno de jardín que uno de primaria y mucho menos uno de secundaria, para las maestras jardineras su perfil requiere ser maternal, acompañamiento y reconocer que somos sus guías de vida que ellos verán la vida a través de los ojos de sus maestras, las palabras que usen serán imitadas. Las maestras de jardín tienen la obligación de mantener una vida lo más simple, natural y amorosa posible, requiere estar con vitalidad no desvelada, cansada o con vicios por el contrario requiere ser una maestra en observar, en amar, en acompañar en cuidar.
Por su parte los maestros de primaria de la pedagogía son venerados por los niños, los observan como una persona de conocimiento de autoridad que su palabra es real e incluso hasta más valor que la de un familiar por ello estos maestros requieren experimentar el conocimiento antes de enseñarlo ellos no pueden dar una lección sin antes no experimentarla por ellos mismos. Mientras que los maestros de secundario son autoridad, requieren fortaleza y seguridad para poder acompañar al alumnos en las preguntas mas profundas de su vida.
Pero a parte de que la docencia Waldorf es un estilo de vida quien se dedica a ello tiene la obligación de estarse formando cada día de su vida, todas las semanas se necesita estudiar, leer, realizar arte, creatividad, manualidad, etc. Y no por ser mejor maestro o por dar una buena clase, no, se necesita estudiar para conocerse a sí mismo ya que en la medida que el docente se conoce a sí mismo, conquista nuevos conocimientos y vence miedos y sombras, generará luz espiritual en el que le podrá trasmitir en el servicio de la educación si el maestro no conquista los mundos del pensar, de la naturaleza y de lo espíritu no será el maestro que los niños requieren como acompañamiento de vida.
Así que hoy felicito a los maestros pero en especial a los maestros Waldorf que han tenido el coraje de ir poco a poco preparándose y conquistando el crecimiento personal para expandir en el servicio de educar, ¡feliz día! No es fácil pero cada día es una nueva oportunidad.
¡Gracias papás! Por elegirnos como una opción para sus pequeños, se que vamos iniciando con está nueva escuela en Irapuato pero les aseguro que cada una de nosotras colocamos nuestro empeño a diario para ver en sus hijos bellos frutos y sin ustedes no sería posible conseguirlo.
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