Estamos iniciando la tercer semana de clases después de un periodo familiar, mantengan la paciencia porque un niño tarda alrededor de 21 a 60 días en hacer nuevamente el ritmo suyo, pero estense tranquilos y seguros que una escuela Waldorf no es cualquier cosa, es un recinto donde los niños son venerados al entrar, su desarrollo físico y emocional son nuestras principales metas de este septenio.
La escuela Waldorf estudia al hombre según sus etapas evolutivas y por ahora nosotros trabajamos el primer septenio, la base del crecimiento futuro en esta etapa el niño se encuentra así mismo como persona, trata de entender cómo es este mundo a la vez que su cuerpo físico crece y se desarrolla.
La crianza es el proceso de sobreponerse de las heridas en consciencia frente a mi propia historia. Un niño vive en el vientre materno 40 semanas en donde es libre de demandar lo que requiere y es atendido y brindado, que pasa cuando sale del vientre quiere la misma atención y cuidados y entonces el adulto tiene que dejar de lado sus necesidades para atender y cuidar eso que requiere. El niño quiere lo que tenía en el vientre, ese silencio, ese apego ese amor, alimento y sueño, desea su libertad y el adulto necesita desarrollar esa compasión por el niño, abrazando, supliendo la necesidad y acompañando.
Nosotros reconocemos que uno no puede enseñar al niño aquello que el adulto no ha conquistado, si quiere enseñarle al niño a abrazar, limpiar, cantar, tejer, hablar, etc. tengo que hacerlo primero porque es a través de la imitación como ellos aprenden a vivir.
Elegir una escuela Waldorf es sobreponer el desarrollo físico, el movimiento, el habla, el espíritu antes de cualquier conocimiento académico, es entender que son un ser espiritual y emocional antes que un ser colmado de conocimientos absurdos, por ello los invito a no dejar de lado el vivir con ritmo, basado en actividades de inhalación y exhalación, el estar presentes y conscientes que sus hijos requieren atender un ritmo diario que les permitirá aceptar este mundo, la constancia y el fluir con nuestro ritmo es vivir.
Papás y mamás hoy que están entrando a una nueva etapa con sus pequeños, ellos siguen creciendo tratando de entender como se vive este mundo ustedes adultos ténganse paciencia, compasión y mucho amor, el adulto tiene que empezar a reconocer su sentir para después acompañar a su hijo en el vivir, recuerden que vivir la crianza a través de esta pedagogía es ser consciente de que a través del conocimiento a mi hijo me reconozco más a mi.
Por favor papás y mamás si están atravesando por alguna situación de crianza y podemos apoyar con gusto háganlo saber,
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