La pedagogía Waldorf trabaja con materiales nobles con todo aquello que nos proporciona la naturaleza como lo es la madera, la lana, las piedras, las hojas, etc. ¿por qué? En lo simple esta la vida, en lo natural esta la transformación lo relacionado con un todo lo que nos conecta con un cosmo, en un juguete mecánico no se detecta la naturaleza se define el qué hacer y únicamente sirve para ello, entonces en lo natural encontramos la vida.
Si alguna vez hemos salido a la naturaleza a una sierra, al bosque, al jardín donde podemos apreciar diversos tipos de árboles podemos profundizar en ver como en cada uno de ellos observamos diferencias, existen algunos de rápido crecimiento, otros que se desnudan en el invierno, unos más florecen en la primavera ¿qué no es así con las personas?, cada una de nosotros somos diferentes algunas con similitudes pero al fin cada árbol cada persona tiene sus cualidades, pero en ambas existen movilidad, expresión y unidad, el observar la naturaleza nos brinda está conexión.
Hablando de los pequeños de la primer infancia 0 a 7 años en metáfora con plantas es un ritmo lento, se tiene que regar a diario, cuidar, mimar, atender y en especial proteger, los adultos que rodean a estas plantas somos los responsables de que crezcan sólidos, firmes con raíces que soporten fuertes vientos, no sensibles y débiles ante una sociedad frágil, tal como nos muestra la sabiduría en los árboles del bosque.
Hagamos que el niño disfrute de este mundo venciendo los obstáculos, fortaleciendo su autoestima, dejándole vivir su infancia sin prisas ni bombardeos externos que dañen su mente o peor aún que predispongan el pensar y actuar, dejémoslos expresar, buscar su luz la misión de vida se desarrolla en la infancia y se recuerda en la vida adulta somos responsables de no opacarla u obscurecerla.
Así que a diario recordemos que cada acción, cada palabra será grabada en el pequeño, como siempre nos repetimos los maestros Waldorf ¡Seamos adultos dignos de imitar! Y diario ¡volvemos a comenzar!
Ivonne
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