En la edad de los 2 a los 7 años los benditos berrinches están a la orden del día, una simple mañana puede acontecer una batalla campal si nuestras pequeñas bendiciones deciden no estar de humor para comenzar el día.
Para la pedagogía Waldorf existe un método infalible en contra de los berrinches y es el maravilloso “ritmo” que consta de respetar el compás natural de crecimiento de los niños, estos por naturaleza van más despacio, fluyen con lo natural del día para ellos no existen las prisas por el contrario entre más lento estemos mejores resultados habrá en ellos.
En este mundo veloz es un poco raro ir despacio, pero si queremos un consejo para alejar a los berrinches de nuestra vida es ir lento y fluido, es establecer un ritmo que nos defina como familia, en esta etapa de crecimiento de los pequeños requerimos paciencia y adecuar nuestras prioridades, ya que el crecimiento sano y seguro de nuestros hijos debe ser nuestra prioridad, aquí les comento unos simples consejos para comenzar a diseñar nuestro ritmo familiar:
1. Toma en cuenta la cantidad de horas de sueño adecuadas para tu hijo según su edad, lo mejor es que tengan una siesta a la mitad de su día la cual disminuye conforme crece pero entre más tiempo prolongues el hábito de la siesta más beneficios tendrá.
2. Establece un horario fijo para dormir y despertar y este cúmplelo aún en fines de semana y vacaciones, se que en ocasiones los compromisos sociales nos llaman pero el cumplir con estos horarios facilitará un sano desarrollo posterior. Recuerda el sueño es alimento.
3. Define horario de alimentos y quién acompañará a tu hijo en esos alimentos, a nadie le gusta comer solo y un pequeño requiere de un mínimo de 5 comidas al día que sean variadas en sus nutrientes.
4. Establece máximo dos días a la semana de clases extra curriculares, por la edad de los niños ni si quiera las requieren con el puro juego basta, pero si las consideras solo acude dos veces a la semana, ¡no los sobresatures!
5. Deja mínimo una tarde libre de juego al exterior, parque, cerros, jardín pero que implique movimiento.
6. Procura la hora del baño como una acción de relajación que prepare para descansar e incluye los hábitos de higiene de dientes en ella.
7. Si los abuelos ayudan en el cuidado establece esta rutina con ellos para que estén en un mismo canal de comunicación, si es solo un día el que conviven trata de que sea el mismo día.
8. Anticipa las actividades, a los niños les gusta que les digas que sigue después, enumera las actividades les permite tener un panorama de su tarde.
9. Fomenta su independencia con pequeñas decisiones, ¿qué comer?, elegir su ropa, el cuento.
10. Ambos padres son importantes y cada uno requiere pasar tiempo de calidad con su pequeño.
Si un día se duerme a las 10:00, otro no se baña, uno más no ve a papá en todo un día, esto será una receta a rítmica igual a desastre que en mi experiencia propia hasta enfermedades desencadena.
Cuando los niños confían en un adulto es porque este sabe que hacer, que sigue y a dónde vamos, establecer un ritmo puede llevarte mínimo 21 días seguidos, no desistas los cambios harán la diferencia. Y nunca olvides que la mente de tu hijo solo trae una cosa: ¡jugar!
Aquí un ejemplo de un ritmo de un pequeño de 3 a 5 años:
-7:00 hrs despierta
-7:10 se viste, peina y recoge su cuarto.
-7:20 desayuna en compañía de mamá
-7:50 lava sus dientes, juega un poco.
-8:10 salen rumbo a la escuela
-13:00 sale de la escuela
-13:30 come en compañía de su mamá
-14:00 siesta y descanso
-16:00 juego libre
-18:00 regar plantas, andar en bici.
-18:30 poner la mesa para cenar y hacerlo en compañía de ambos padres
-19:00 se prepara para el baño, saca su ropa del día siguiente y deja lista su mochila
-19:30 cuento en la cama
-20:00 dormir y descansar
-los miércoles el juego libre de las 16:00 horas se sustituye por clase de natación.
-Los viernes el juego libre se hace en un parque de la ciudad.
-los fines de semana que no hay clases, es importante que participe en labores de hogar y se fomente una actividad fuera de casa familiar.
Cada familia adapta su ritmo pero el objetivo en cumplirlo para el niño, no importa quien sea el cuidador.
¡Éxito! Ivonne Bilbao
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