Tiempo de advenir, espera de algo especial, se acerca la época decembrina una temporada de reflexión, amor y entrega, no se necesita ser católico para realizar esta celebración si bien la pedagogía se inspira en ella para nosotros es una oportunidad de adoptar nuevas tradiciones con los niños en familia y en el ámbito escolar nos permite ubicarlos en un tiempo y trabajar su espiritualidad, compasión, empatía y reflexión de las acciones diarias, así como la importancia del esperar, la paciencia de algo que está por llegar.
La luz de nuestros corazones se ha vuelto a encender, estamos en tiempo de espera, de recoger los frutos de nuestro año, a medida que se acerca el invierno nosotros nos adentramos en nuestro Ser para reflexionar adentro, y será en la Navidad donde nos conectemos con la Luz del espíritu del Ser superior en el que creamos.
“Oh corona de adviento, luz en la obscuridad una vela yo prendo al mirar tu paz, cuando sean tres o cuatro llegara Navidad”. (en modo canción)
El adviento en Waldorf se vive como una leyenda donde cada semana un ángel baja a la tierra a decir su mensaje que te permite reflexionar sin expectativas y abriendo el corazón, por ejemplo el primer ángel azul es el del reino mineral, se cuenta el cuento y se agrega el contenido de este reino a la mesa de estación, mientras que el ángel rojo se aproxima en la segunda semana la semana de las plantas que crecen hasta el cielo y con el sol hacen su danza, (se agregan plantas a la mesa). La tercera semana el ángel blanco el reino animal, luz de la esperanza que brilla en pequeños y grandes, se agregan estos elementos a la mesa. La última semana el ángel lila, los pastores, los Reyes Magos, el posadero, todas las historias relacionadas con las personas iluminadas en el camino incluyendo a los abuelos o tíos que hicieron algo sorprendente en beneficio de los demás o por qué no al mismo San Nicolás un obispo que tenía mucho dinero que ayudaba a las personas de bajos recursos con costales de color rojo en las puertas llenos de monedas de oro, la gente en agradecimiento o solicitud le dejaban objetos envueltos en calcetines agujerados en la puerta de su casas. Después la vela más grande la Navidad, la que se prende al último, donde la luz vuelve a crecer.
Con los niños podemos sugerir, creando un espiral de luz lleno de velas donde cada vela es un día para acercarnos al centro que será Navidad, al ir pasando los días en cada día vamos dejando de lado aquello que no queremos cargar con nosotros. Ese mismo espiral lo vemos en la mesa de estación en forma de estrellas (chispas de luz) para llegar a la más grande, al igual que podemos hacer una corona con cuatro velas del color de cada ángel misma que se prende una por semana contando a diario el cuento que corresponde a la semana de ese ángel, o bien un calendario donde en cada día realicemos una acción en beneficio del prójimo.
Es así como vamos acercándonos poco a poco a este época, por este medio nosotros cada semana les brindaremos el cuento y sugerencias de actividades para realizar en familia como preparación para la Navidad, el adviento comienza el 27 de noviembre.
Ivonne
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